SI SIENTES QUE ERES EL BLANCO de agresiones violentas, exclusiones, insultos, no pienses “así deben ser las cosas y no hay nada que yo pueda hacer para que las cosas cambien”
¿Qué ha pasado o está pasándote si no has hecho nada malo? Muchas veces los agresores tratarán de hacerte sentir que tú eres la causa de su comportamiento, recuerda que eso no es cierto: los únicos culpables de la situación son aquellos que ofenden, atacan o perjudican a alguien.
No hay razón para atacar o humillar a nadie: la violencia de cualquier manera (psicológica, verbal
o física) nunca es justificable.
¿Piensas que tú eres el único en el mundo que debe detener la violencia o los comportamientos
ofensivos? No, muchos estudiantes se encuentran en la misma circunstancia y se enfrentan
situaciones difíciles en sus escuelas. Probablemente ellos son muy distintos a ti, los agresores
tienen varios pretextos que utilizan para comportarse de manera agresiva. No aceptes la idea
de que el bullying no puede ser contrarestado y detenido, porque tú tienes derecho a vivir en un
ambiente seguro, incluyendo tu entorno escolar. Los profesores y trabajadores de cada escuela
están en la obligación de protegerte, y generar un ambiente seguro y de bienestar.
Si crees que no puedes hacer esto por ti mismo, tienes que aprender a pedir ayuda. Mira
a tu alrededor y busca compañeros y amigos que estén dispuestos a escucharte y ayudarte. Busca profesores y otras personas que trabajen en tu escuela y puedan hacer algo cuando la situación se sale de tus manos. No te asustes de hablar abiertamente de lo que te está
pasando, porque nadie merece sufrir bullying o sentirse inseguro en su propia escuela.
Recuerda que a parte de los trabajadores de tu escuela hay otras personas, asociaciones que
pueden apoyarte y ayudarte. ¡Tú no estas solo!
